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lunes, 29 de noviembre de 2010


¿Quien hace cosquillas?
Porque si no eres tu, ni soy yo...
Decidido, nos echamos un baile




Hablame..de aquellos momentos..

Hablame..de ti..

Hablame..de como estas..

Hablame..y te dire quien eres..

Hablame..y supondre como te ha ido..

Hablame..y mienteme con tus sonrisas..

Hablame..sin ningun motivo..

Hablame..sin malas caras..

Hablame..sin miedo..

Hablame..solo..hablame..

¡Click! un recuerdo...

¡Click! dos recuerdos...

¡Click! tres recuerdos...

jueves, 25 de noviembre de 2010

El cuarto planeta estaba ocupado por un hombre de negocios.

Este hombre estaba tan abstraído que ni siquiera levantó la cabeza a la llegada del principito.

-¡Buenos días! -le dijo éste-. Su cigarro se ha apagado.

-Tres y dos cinco. Cinco y siete doce. Doce y tres quince. ¡Buenos días! Quince y siete veintidós. Veintidós y seis veintiocho. No tengo tiempo de encenderlo. Veintiocho y tres treinta y uno. ¡Uf! Esto suma quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno.
-¿Quinientos millones de qué?

-¿Eh? ¿Estás ahí todavía? Quinientos millones de... ya no sé... ¡He trabajado tanto! ¡Yo soy un hombre serio y no me entretengo en tonterías! Dos y cinco siete...

-¿Quinientos millones de qué? -volvió a preguntar el principito, que nunca en su vida había renunciado a una pregunta una vez que la había formulado.

El hombre de negocios levantó la cabeza:
-Desde hace cincuenta y cuatro años que habito este planeta, sólo me han molestado tres veces. La primera, hace veintidós años, fue por un abejorro que había caído aquí de Dios sabe dónde. Hacía un ruido insoportable y me hizo cometer cuatro errores en una suma. La segunda vez por una crisis de reumatismo, hace once años. Yo no hago ningún ejercicio, pues no tengo tiempo de callejear. Soy un hombre serio. Y la tercera vez... ¡la tercera vez es ésta! Decía, pues, quinientos un millones...

-¿Millones de qué?

El hombre de negocios comprendió que no tenía ninguna esperanza de que lo dejaran en paz.

-Millones de esas pequeñas cosas que algunas veces se ven en el cielo.
-¿Moscas?
-¡No, cositas que brillan!

-¿Abejas?
-No. Unas cositas doradas que hacen desvariar a los holgazanes. ¡Yo soy un hombre serio y no tengo tiempo de desvariar!

-¡Ah! ¿Estrellas?
-Eso es. Estrellas.

-¿Y qué haces tú con quinientos millones de estrellas?
-Quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. Yo soy un hombre serio y exacto.

-¿Y qué haces con esas estrellas?
-¿Que qué hago con ellas?

-Sí.
-Nada. Las poseo.

-¿Que las estrellas son tuyas?
-Sí.

-Yo he visto un rey que...
-Los reyes no poseen nada... Reinan. Es muy diferente.

-¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?
-Me sirve para ser rico.

-¿Y de qué te sirve ser rico?
-Me sirve para comprar más estrellas si alguien las descubre.

"Este, se dijo a sí mismo el principito, razona poco más o menos como mi borracho".

No obstante le siguió preguntando :

-¿Y cómo es posible poseer estrellas?
-¿De quién son las estrellas? -contestó punzante el hombre de negocios.
-No sé. . . De nadie.

-Entonces son mías, puesto que he sido el primero a quien se le ha ocurrido la idea.
-¿Y eso basta?
-Naturalmente. Si te encuentras un diamante que nadie reclama, el diamante es tuyo. Si encontraras una isla que a nadie pertenece, la isla es tuya. Si eres el primero en tener una idea y la haces patentar, nadie puede aprovecharla: es tuya. Las estrellas son mías, puesto que nadie, antes que yo, ha pensado en poseerlas.

-Eso es verdad -dijo el principito- ¿y qué haces con ellas?
-Las administro. Las cuento y las recuento una y otra vez -contestó el hombre de negocios-. Es algo difícil. ¡Pero yo soy un hombre serio!

El principito no quedó del todo satisfecho.
-Si yo tengo una bufanda, puedo ponérmela al cuello y llevármela. Si soy dueño de una flor, puedo cortarla y llevármela también. ¡Pero tú no puedes llevarte las estrellas!
-Pero puedo colocarlas en un banco.
-¿Qué quiere decir eso?
-Quiere decir que escribo en un papel el número de estrellas que tengo y guardo bajo llave en un cajón ese papel.

-¿Y eso es todo?
-¡Es suficiente!

"Es divertido", pensó el principito. "Es incluso bastante poético. Pero no es muy serio".
El principito tenía sobre las cosas serias ideas muy diferentes de las ideas de las personas mayores.

-Yo -dijo aún- tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea. Pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas...
El hombre de negocios abrió la boca, pero no encontró respuesta.
El principito abandonó aquel planeta.

"Las personas mayores, decididamente, son extraordinarias", se decía a sí mismo con sencillez durante el viaje.

lunes, 25 de octubre de 2010



Sabes a sol y a re.
Dame tu sombra y sabré de cuanta luz dispones.
Eso de que detrás de algo bueno siempre hay algo malo, eso de que todo lo malo esconde algo bueno. Confiar ya no es tan fácil, pero es tan fácil coger confianza.Siento que me acerco a la muerte, siento que me muero sin ti.No te tengo, no me tienes.El frío me da nostalgia, si siento nostalgia me dan escalofríos. Caminar para olvidar, pero no olvidar lo que llevo caminado. Tardar en volver nunca es tarde para volver. Sonreír por no llorar, llorar por una sonrisa. Cantar por céntimos, que den algo por cantar. Follar por follar, follar y follar. No queda chocolate, ya no dejara de quedar.No oler a mi, porque huelo a ti.Madrugar para llegar a tiempo, llegar a tiempo por haber madrugado. Tener resaca al despertar, despertar y recordar porque merece la pena una resaca. Me olvido de todo lo importante, y tu lo eres y de ti me olvido.Esta roto, pero esta. Me perdí, alguna vez supe donde estaba.Se me ha muerto la planta, pero alguna vez estuvo viva. . Mentir, pero se cual es la verdad. Verdad, porque no te puedo mentir.No te quiero, corrijo, te quise quiero y querré.Nada es para siempre, nada es nada y nunca sera siempre, asique nunca siempre sera nada, y nunca nada dejara de ser nada. Caer en un charco, saltar en un charco. Atragantarse, tener con que atragantarse. Comer, té a sorbos.
Suenas a dulce y salado.

domingo, 24 de octubre de 2010


Realmente no era suficiente con decir hola. Realmente no fue ni un saludo, una manera cortes de engañarnos. Cuando no conoces el pasado, ni el futuro y ni siquiera tu presente, es que estas realmente vivo. Los motivos que nunca tengas, son los que vas a defender ¿lo desconocido es lo que nos importa? Funcione o no ver desde fuera nos hace mas fuerte...
Vendo corazón a cambio de integracion en la sociedad. Que pobre es el que tiene tanto. Prematuro momento en el que nos importo mas un reloj que quien lo lleva. Importar, importar, importar.Hola y este es un saludo de los de verdad, de los que quiero oír y los que me gusta decir. Es innegable que podermos ser tan hipócritas que ni nosotros nos conocemos realmente. Da me un minuto, una hora y unas semanas para decirte que no diré nada (y es que realmente no se ni que decir) solo se que no se nada, y nada es suficiente para dejar de pensar en ti, en nosotros y en mas cosas que no entiendo. Pero soy feliz en tierra de nadie, con abre latas que solo abren heridas en los dedos y duendes de jardín..
Que me importa un carajo, si soy o no soy, si hay alguna cuestión,si me conocen, si les conozco o jugamos al parchis comiéndonos los unos a los otros para llegar a la cima.
Porque esto es la vida, engañar, manipular, asentir con la cabeza y negar con el dedo. Porque esto es la vida, una manera cortes de engañarnos. Y me encanta haberte conocido, pero no te quiero ver mas. Porque yo se jugar , simulo las reglas y tomo café al despertar. Voy rápido al caminar, aplaudo cuando a alguien le gusta, como de 1 a 2 y me gustan los helados (o no). Porque soy único y diferente y lo digo para que todo el mundo lo sepa para después decir que no me importa lo que pienses.
Es innegable que podemos ser tan hipocritasque ni nosotros nos conocemos realmente (o si)